Cartas a nadie. Son las palabras que no puedo decir ni contener más en mi pecho, son esas palabras que no te dije en la cara porque ya te habías ido hace tiempo, incluso antes de irte.
Pero insistes en quedarte, en amarrarte a mi cabello y escuchar mis palabras, mientras las tuyas me matan. Estás tan enfermo de ego que no pudiste preguntarme tan si quiera si aún me quedaba voz.
Yo ya estaba muda.
Intento con todas mis fuerzas sentir una ínfima parte de todo el odio que te profesaba en broma, cuando no te odiaba aún. Cuando cada te odio era un te quiero; cuando cada te quiero era un te quiero, cuando creí, ingenua, que eras alguien distinto a quien ya me habías revelado. ¡Qué tonta he sido! pues se me olvidó por completo que te vi desnudo.
Me obligué a cambiar el ángulo. Quise verte crecer, ser mejor… y casi te creí; pero a los castillos de arena se los llevan las olas, y las torres de naipes se destruyen con el viento…
No sé cuando pasó pero perdiste el norte. Estás tan abierto a las oportunidades que las disfrazas, convirtiendo trampas en encantos.
Vienes y vas. Sales invicto de las batallas porque sigues teniendo devotas. Perdóname, pero tuve que dejar de rezar.
No te importa el caos que ocasionas, si pisas el pasto o pisas personas. Tu conciencia se rehusa a no ver los patrones, te crees la mentira. En este viaje no puedo acompañarte más. Y no es vanidad, pero estoy muy por encima de tu conformismo. Duele. Pero ¿a ti qué más te da?
Mi residencia es ahora un pozo muy hondo, y aunque combinas perfecto con toda esta oscuridad, no hay manera en que seas bienvenido. De esta salgo sola, y si tengo algo de suerte, también saldré siendo mejor.
Te quería. Pero las emociones no tienen interruptor y tu dejaste la luz prendida.
En algún momento se ha de quemar.
No te atrevas nunca a pedirme una explicación, porque a tu lado está la respuesta. Tomaste un camino más corto y burdo; yo no estoy para decorarte la vida, ni estaré más que dispuesta con el corazón y las piernas abiertas a recibirte en cualquiera de tus formas.
Lo que soy, lo que seré… es mi ganancia.
Hoy, perdiste tu.