Cuando se trata de criterios y opinión, hay tres tipos de personas (según mis arduos estudios científicos sobre el comportamiento humano, jajaja):
- El lanza piedras: No le importa un carajo si hiere susceptibilidades. Dice su opinión sin filtros ni adornos que dulcifiquen sus comentarios. Pueden ser estos tanto positivos o negativos. Es una persona brutalmente honesta y tiende a ser también sarcástico en su diario vivir. Cree en el cinismo como doctrina.
- El huevoncito: No sabe que pensar, ni sabe que decir…así que nunca dice nada y se deja llevar por las opiniones de los más arriesgados o por los gustos generales de las masas.
- El buena gente (nuestro caso de estudio de hoy): Tiene claro su punto de vista, y siente la necesidad de compartirla pero le da 500 vueltas antes de soltar una palabra equivocada que pueda mal interpretarse como una crítica destructiva; De chiquito le dijeron que si no tienes nada bueno que decir, es mejor no decir nada… y claro! Si eres buena gente… ¿Cómo es que se te cruzan comentarios tan de mierdita por la cabeza? … Sin embargo, lleva almacenando por dentro tantos pensamientos oscuros que llega un día en que simplemente cae en el Síndrome de Abstinencia de Opiniones (SAO).
«¿Cómo?… qué se fumó esta loca ahora? »
Claro! El Síndrome de Abstinencia de Opiniones: esa risa nerviosa acompañada de una mirada de ojos saltones que no logra ocultar la revolución de ideas corto punzantes en nuestra cabeza, y que la aureola de buena gente nos impide soltar. Nos mordemos la lengua con tal de evitar sacar ese pequeño, sutil y diminuto «comentario liberador»… Nuestros poros empiezan a destilar ironías sudorosas, risas malvadas, los ojos empiezan a ponerse rojos al tener al blanco justo en nuestra mira, y luego… EL CARGO DE CONCIENCIA!
Sabemos que cada vez que sale un pequeño comentario malvado, la colita de diablo empieza a bailar, y nos encontramos en esa disyuntiva entre seguir hablando y dar nuestra opinión cruda o simplemente callar… porque sea como sea, es muy probable que nuestro punto de vista no haya sido ni siquiera solicitado (y hay que siempre tener esto en cuenta).
Pero en serio… En la vida nos topamos con cada personaje, que es inevitable armar conceptos y opiniones sobre cada uno (ojo, no quiere decir que sean reales o que tengamos verdades absolutas), pero en base a lo que ellos mismos muestran en su día a día… ya se empieza a formar una imagen y créanme, en muchos casos, lo único que place es lanzarles una silla en la cabeza… (NO LO HAGAN) y decirles: ERES LÁMPARA!
Pero mientras tanto, aguanten lo que puedan aguantar… y ríanse de la vida!
(Porque de la gente hay harta variedad).
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